Concurso
Centro de recursos para el aprendizaje y la investigación, Campus de Teruel
Concurso nacional
Fecha
2024
Situación
Campus de Teruel, Universidad de Zaragoza
Dirección y autoría / Elena Vilches Álvarez y David Moreno Rangel
Colaboradores Enmedio / Encarna Márquez, Carlos Macías, Jara Sánchez, Álvaro Velasco.
Consultora ambiental / Enmedio Studio
Promotor / Universidad de Zaragoza
[Promenade], la propuesta para el nuevo Centro de Recursos para el Aprendizaje y la investigación (CRAI), pretende ser un complejo docente singular dentro de la ciudad de Teruel, donde el continente se convierta en un nuevo elemento educador, que ejemplifique los principios de sostenibilidad y eficiencia energética. Pero a la vez que huya de protagonismos de autor, para dedicarse a entender el entorno urbano en el que se inserta, y ofrecer confort al usuario final. Una máquina bioclimática optimizada, preparada para las certificaciones ambientales más prestigiosas, donde cada m2 cumpla su función, pero que tenga ‘alma’ dentro del Campus universitario, ofrenciendo espacios de encuentro, aprendizaje y bienestar.
La parcela presenta una serie de características que condicionarán la implantación final del nuevo CRAI, y que deben ser tenidas en cuenta en el proceso de diseño:
– Convivencia de las lindes norte y este con vías de tráfico rodado con el consecuente ruido y polución que éstas generan.
– Convivencia en la linde oeste con jardines del propio Campus, con una interesante posibilidad de conexión.
– Desnivel de la propia parcela y viales de acceso que van desde la cota +939.00 en el norte hasta la +936.00 en el sur.
– Orientación norte-sur pura de la parcela, que ayuda a lograr las orientaciones pertinentes para la consecución de los objetivos energéticos.
Para conseguirlo, se huye de la tipología típica de doble crujía con pasillo estrecho interior, donde la circulación queda relegada a espacios de menor rango carentes de luz y ventilación. El contenido programático se distribuyen en bloques independientes, y se van alternando para conseguir el máximos acceso solar tanto en espacios interiores como exteriores. Un claro eje recorrerá de norte a sur la parcela salvando los correspondientes desniveles, para distribuir de manera ordenada a los distintos ‘barrios’. El eje este-oeste conecta mediante zonas verdes del jardín del Campus con los nuevos espacios exteriores que caracterizarán la intervención.
Cada bloque se articula situando en crujía norte las estancias de menor ocupación, frecuencia de uso, o necesidad de luz natural, generando así un espacio ‘colchón’ semienterrado, mientras que en la crujía sur se concentran las estancias de mayor permanencia. La orientación sur se considera la óptima en un clima como el de Teruel, pues permite un fácil acceso solar en la estación fría y una fácil protección en estaciones medias y cálidas con elementos horizontales.
El atrio que resulta entre las dos crujías se consolida como motor bioclimático, que presenta espacios a dobles y triples alturas, y cuyos lucernarios situados en cubierta, buscan carga solar, iluminación natural, y ventilación natural mediante su apertura, convirtiendo el atrio en una chimenea de ventilación.
Así, la propuesta se construye alentada desde el primer trazo por la necesidad de hacer fácil el funcionamiento del nuevo CRAI, pero a la vez (y sobre todo) para implementar unas estrategias pasivas que permitan alcanzar niveles de confort en la mayor parte del año sin necesidad de consumir energía.